Los habitantes

Desde antiguo los habitantes de Pascualcobo mantuvieron sus tradiciones, sus oficios, su gastronomía y su forma de vida que giraba en torno al cultivo de la tierra y el cuidado de animales. Para ello disponían de utensilios de cocina y herramientas propias de las labores del campo.

También disponían de una indumentaria específica que variaba desde el traje de todos los días hasta el reservado para los domingos en los que el acudir a la Iglesia para oír misa, era una tarea principal. No digamos en otros actos religiosos celebrados con motivo de alguna festividad casi siempre en honor a algún santo como San Blas, San Antonio (patrono del pueblo), Santiago, etc.

A partir de los años 50, se fueron generando perspectivas de abandono, primero por parte de los jóvenes que, una vez terminados los estudios primarios, solo les quedaba una salida hacia las ciudades donde previsiblemente podrían mejorar en su calidad de vida, por lo que animados por algún conocido o familiar pionero se decidieron a emigrar, principalmente a Madrid.

La mayoría de estos jóvenes realizaba trabajos de aprendiz en restaurantes, tiendas, lecherías, carnicerías, pescaderías, empleadas de hogar, etc. y aunque el trabajo era duro, no lo era tanto como en el pueblo, aunque para no olvidarse de las labores del campo, muchos de ellos volvían durante las vacaciones de verano para ayudar a sus padres y familiares.

Al cabo de algún tiempo, muchos de ellos con la ayuda de sus padres, o de sus jefes o pidiendo préstamos, se fueron estableciendo por su cuenta. Poco a poco se va produciendo la emigración de familias completas que fueron buscando no solamente unas mejores condiciones de vida sino también una mayor proyección de futuro para sus hijos.

En la actualidad el número de habitantes permanentes no supera los 50, ha dejado de cultivarse la tierra y su dedicación fundamental se ha centrado en la explotación ganadera, principalmente de vacas, ovejas y cabras.

Esta paz de que disfrutan sólo se interrumpe en determinados días del año, tales como fines de semana, en Semana Santa, en días festivos y especialmente en el verano cuando todas las familias regresan a pasar unos días de vacaciones atraídos tanto por su sano clima de altura como por el arraigo que tienen todos sus vecinos.

Vivan o no en su pueblo, son personas generosas y amables, muy cumplidoras de sus obligaciones y normas sociales, son austeros e independientes; quieren a su pueblo y alaban a su santo patrón San Antonio, celebrando las fiestas en su honor el día 13 de junio.

En los últimos años repiten esta fiesta durante la primera semana de agosto en sus fiestas de verano que patrocina y organiza la Asociación, creada a este efecto y con objeto de fomentar los lazos de unión y amistad entre todos los pascualcobeños.

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